1)
Buenas tardes, señora directora, docentes, chicos:
Hoy nos encontramos aquí reunidos para conmemorar el 25 de mayo de 1810.
¿Qué pasó ese día? Hace muchos, muchos años, a este país, Argentina, lo gobernaba un rey que vivía muy lejos, en España, pero en esa época, era muy difícil comunicarse y que el rey de España supiese pronto que es lo que aquí sucedía, tardaba mucho en enterarse y pasaba mas tiempo hasta que sus decisiones se pudieran hacer acá, donde había un virrey que lo obedecía.
Muchos habitantes de nuestro país no estaban de acuerdo con ese tipo de gobierno, querían que Argentina tuviese su propio gobierno, que argentinos y criollos, los que vivían acá lo conformaran.
El rey de España, Fernando fue apresado y los argentinos, no tardaron en juntarse y tomar una decisión.
Ese día, el 25 de mayo de 1810, se reunieron en una asamblea constituyente en el Cabildo, muchos habitantes ilustres para tomar un a gran decisión: no nos gobernaría más el rey de España, lo haríamos nosotros mismos.
Fuera del Cabildo, estaba el pueblo a la espera de la nueva noticia. Al enterarse todos festejaron la creación del primer gobierno patrio, con Cornelio Saavedra como presidente de nuestra nación.
2)
Queridos chicos, familias, seños:
Hoy recordamos el 25 de Mayo de 1810, en el que un grupo de patriotas luchó para que tuviésemos un gobierno propio.
En aquella época, estábamos gobernados por los españoles y nuestros patriotas no querían que los mandara alguien que no fuese de nuestra tierra. Entonces comenzaron a luchar por un futuro distinto. Para esto, se reunieron en el Cabildo.
Mientras los patriotas conversaban, la gente en la plaza los apoyaba y gritaba ¡Libertad! Entretanto, las damas, los caballeros, los niños, los vendedores ambulantes, esperaban la gran noticia... Y llegó el momento en que anunciaron que ya se había formado una junta de gobierno que nos guiaría desde aquel día con un presidente llamado Cornelio Saavedra.
Toda la gente, feliz, celebraba su triunfo. Bailaron y cantaron para festejar el primer gobierno patrio.
Hoy es nuestro sueño ver a nuestra querida Argentina, nuestra “Patria”, crecer libre en paz y amor.
Hoy los habitantes de esta patria, celebramos un nuevo aniversario de su libertad.
Tal vez, por ser un festejo repetido, no dimensionamos lo que eso significa.
Gracias a aquel grupo de hombres que gestaron la Revolución de Mayo de 1810, hoy vos, tu familia, la mía….somos libres.
Libres para decir lo que pensamos aunque los demás no estén de acuerdo.
Libres para denunciar a los que contaminan el aire o incendian los bosques.
Libres para tener amigos sanos y enfermos, de todas las religiones y de cualquier clase social.
Libres para equivocarnos, reconocerlo y enmendar el error.
Libres para hacer uso de nuestras capacidades y talentos, buscando oportunidades o aprovechándolas cuando la vida nos las ofrece.
Pero sobre todo, somos libres para soñar que mañana será mejor, soñar que la falta de trabajo es algo pasajero, soñar que nuestro equipo este año saldrá campeón, soñar que las guerras pasaron de moda y que los que mandan siempre nos van a escuchar.
Ser libres es no ponerle jamás techo a las ilusiones, para seguir luchando y no bajar nunca los brazos.
Porque a medida que hagamos uso de nuestros buenos sueños, estaremos honrando a aquellos patriotas que en 1810 soñaron primero.
Cuando un pueblo toma la iniciativa de encarar un proyecto que implicará la transformación total de su idiosincrasia, dos ingredientes se hacen indispensables: Valor y Decisión.
Valor para llevar a cabo una empresa que pone en riesgo la seguridad de un estilo de vida y decisión para actuar con firmeza en las situaciones extremas.
Para los criollos esa situación extrema se produjo en mayo de 1810, cuando llegaron a Bs. As. las noticias de un clima caótico en la Metrópoli: el rey legítimo Fernando VII había sido encarcelado por Napoleón y sustituido por el hermano de éste.
Criollos y españoles se unieron entonces para formar un gobierno de emergencia frente al francés usurpador. Pero los criollos ya tenían en sus corazones el germen del espíritu independiente y democrático que alcanzaría su punto culminante en el Cabildo abierto del 22 de mayo.
Es a partir de ese momento que el país se plantea dejar de ser colonia para formar una verdadera Nación bajo la guía de ilustres figuras con grandes cualidades: el valor y las condiciones militares de Saavedra; la pasión democrática de Moreno; la decisión de Juan José Paso; la valentía y la inteligencia de Manuel Belgrano; la erudición de Castelli, la consagración total de Alberti, la vocación republicana de Azcuénaga y la generosidad de Matheu y Larrea.
Sin embargo, no debemos caer en la falsa ilusión de un 25 de mayo con paraguas y cintas celestes y blancas. La revolución no fue tan pacífica como aparentó y muchas veces se impuso con violencia ante sus opositores. Como toda ruptura, ella trajo aparejada temores, desgarros y dolor.
Como cada año, desde 1813 (fecha en que la Asamblea instituye el 25 de mayo como fiesta patria) festejamos un cumpleaños en el que todos imprimimos en esos ideales de 1810 nuestros nuevos ideales de 2005.
Es indudable que para asumir el rol protagónico que nos corresponde en la historia actual de nuestro país, todos, sin excepción, necesitamos el valor de Saavedra, la cultura de Moreno, la decisión de Paso, la inspiración de Belgrano, el entusiasmo de Castelli, la caridad de Alberti, la vocación de Azcuénaga y el desprendimiento de Matheu y Larrea.
Es nuestro deber, entonces, recoger la herencia de estos grandes patriotas''.